En Alemania la gente sabe lo que es el gluten, y te varian un plato a tu gusto y necesidad en cualquier ocasión. Siempre puedes pedir carne con patatas, un plato muy típico de allí y muy rico. El primer día, fuimos a un restaurante típico y me pedí un buen trozo de carne con patatas y cebolla fritas. El lugar se llama Bräustüble. Pincha aquí para acceder a su web: Bräustüble
Desayuno en Gästehaus Theresia |
Cena en Mühlheim |
Al día siguinte fuimos hasta Signmaringuen, una ciudad ya un poquito más grande, y gracias a una página web muy útil (www.glutenfreeroads.com, donde tu pones una ciudad y ubica sitios donde comer, dormir o comprar sin gluten! Muy recomendable para cualquier viaje) encontramos un italiano con pasta y pizza sin gluten. El dueño, que sabía español, muy amable, nos contó que solamente podían ofrecer pizza si les avisavas con dos días de antelación. Me pedí unos macarrones carciofi, deliciosos! El restaurante se llama Pizzeria Krone. TripAdvisor: Pizzeria Krone
El día siguiente, después de una etapa cansada de 57 km, llegamos a Münderkingen, otro pueblo pequeño, y nos alojamos en un hotel-confitería llevado por una mujer encantadora. No ofrecían comida sin gluten, pero condicionaban el desayuno al máximo para que pudieses disfrutar de un tradicional desayuno alemán. Hotel Garni-Café Knebel
Ya el último día, en Ulm, una ciudad universitaria y más principal, encontramos un buen restaurante, con unos platos de calidad. Pedí calamares con pesto y patatas de primero, y yogur con frutas de postre. El restaurante se llama YaMas. Comí una de las mejores comidas de mi vida. Web: YaMas
En Ulm encontramos una tienda dedicada a la comida sin gluten, llamada Senza Glutine. Esta es su página web: Senza Glutine-Ulm
Para acabar, os recomiendo que no vayáis a Alemania a principios de Setiembre, porque es el retorno al colegio allí, y todos los locales hacen vacaciones entonces y la mayoría están cerrados... Buen viaje!
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